miércoles, 27 de abril de 2016

Anarquía y... guerra fría

¿Y si te dijeran que el anarquismo no es caos?

¿Y si el anarquismo fuera un sentimiento libertario basado en la incesante búsqueda del bien común apelando a la bondad natural de muchas personas?

¿Y si lo más peligroso que tiene esta ideología es que ataca frontalmente el pilar fundamental de este sistema esclavista, esto es, la autoridad falsamente atribuida de unos hacia otros?

¿Quién podría estar en contra del anarquismo? Básicamente todos los seres humano, porque el blanco somete al negro, el hombre a la mujer, el adulto al niño, el ser humano al resto de animales, el rico al pobre y el tirano al pueblo. 


Hemos sido adoctrinados y amaestrados para odiar la libertad colectiva, para amar nuestras propias cárceles y pagar nuestras propias cadenas, para idolatrar en la verticalidad y odiar, despreciar o recelar en la horizontalidad. Es un patrón harto repetido en todas las partes del mundo y a todos los niveles. La Historia de la humanidad es una crónica de la estupidez y cobardía de la inmensa mayoría, aceptando el yugo que le impone esa minoría autoritaria. 5000 años de Historia no han bastado para superar ese paradigma organizativo. Es más, me atrevería a decir que cuánta más información tenemos a nuestro alcance para liberarnos, más eficiente y sofisticadas se vuelven las técnicas propagandísticas para manipular el pensamiento y condicionar el comportamiento de las masas.

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