martes, 19 de abril de 2016

Náufragos de nuestra propia estupidez

 
Aunque la mayor parte de la población no le dé importancia a esto, es gravísimo que un gobierno (aunque sea en funciones) no se someta al control parlamentario. Igual de grave que haga "ruedas de prensa" sin preguntas de los periodistas.

Responder preguntas incómodas, que se cuestionen tus actuaciones y decisiones, y someterse al escrutinio público es fundamental para valorar el grado de transparencia, honestidad, responsabilidad y compromiso con el sistema democrático.

Pero qué se puede esperar... de estos hijos de Franco, ladrones, corruptos, plutócratas, cobardes, traidores, mentirosos, fariseos, obtusos, retrógrados... Para ellos, la democracia es sólo un disfraz con el que vestir su tiranía. Y lo logran con increible eficiencia y un montón de dinero del soborno y el crimen: millones de personas volverán a votarles a pesar de todo lo que han hecho.

Cada 4 años España tiene la oportunidad de agarrar el timón y salvar su triste destino, pero qué difícil es cuando llevamos siglos naufragando, cuando el capitán esta borracho, y la mayor parte de la tripulación está absorta en el canto de sirena que proviene de ese acantilado.

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