lunes, 18 de abril de 2016

¡Vivan las cadenas!

¡Vivan las cadenas! fue un lema acuñado por los españoles absolutistas en 1814 cuando,tras la vuelta del destierro de Fernando VII, se escenificó un recibimiento popular en el que se desengancharon los caballos de su carroza, que fueron sustituidos por personas del pueblo que tiraron de ella. Se pretendía justificar con ello la decisión del rey de ignorar la Constitución de 1812 y el resto de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, gobernando como rey absoluto, como le proponían los diputados absolutistas del Manifiesto de los Persas.

Estudiar Historia es muy interesante: uno esboza una ácida sonrisa ante un detalle jocoso y en el párrafo siguiente tuerce la mueca al recapacitar sobre el dramático designio de nos depara este país, condenados a repetir los mismos absurdos patrones, como minoría espectante, en esta dictadura de los necios.

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